María Magdalena, Amada Maestra

que nos enseñas sobre el equilibrio y el Amor

guía mis días, aguarda mis noches.

Que el Linaje de la Rosa al que perteneces,

despierte mis pasos hacia tu bendición.

Que tu útero sagrado expanda 

mi poder fértil y creativo

y tu susurro active mi humildad,

servicio y sanación.

No dejes que los miedos me paralicen,

ni que la rabia me destruya a mi, o a quién amo

ni que la culpa me someta a su cárcel.

Despierta con tu luz mi alquimia interior

abrazando todo lo que soy

para transformar lo que no.

Sé el puente conciliador 

de mi sagrada pareja interior

despertando el disfrute y amor de mi femenino

junto a la voz del valor de mi masculino.

De tu mano recorrer 

el santo peregrinaje del laberinto

abriendo y activando los pétalos 

de las rosas del corazón.

Enséñame tu vibración y permíteme quedarme ahí

para canalizar, orar y ritualizar en tu santo nombre:
María Magdalena

y abrazar quién soy 

sabiéndome ahora la mejor versión de mí.